reafirmar-los-pechos

Los diferentes usos de las fajas postoperatorias

Generalmente se piensa en las fajas como una prenda de uso interior, sobre todo por cuestiones estéticas. Podría decirse, incluso, que las fajas son parientes lejanas de los corsés, estas antiguas estructuras hechas con metal y tela que eran usadas para recrear la figura perfecta en las mujeres de Inglaterra, durante la época victoriana. El uso de estas prendas fue tan importante que después se popularizaron en otros países de Europa e incluso de América.

Sin embargo, en las épocas antiguas, las fajas eran sobre todo una prenda que formaba parte de la indumentaria masculina que era usada por los miembros de algún destacamento militar. Se trataba principalmente de un objeto ornamental y consistía en un fragmento de tela que se ceñía a la cintura dándoles vueltas. Este ornamento servía para distinguir a los principales generales o mariscales de un ejército.  Se fabricaba principalmente con seda, a la que se le añadían en los remates borlas realizadas con hilos de oro que iban alojados en una prestilla. Usualmente él se teñía en color rojo para que fuera notada desde la distancia. Se caracterizaba por ser muy ancha y por su resistencia.

Esta es una de las grandes características con las sigue contando hoy en día, aunque ya no es más sólo una pieza que cubre necesidades estéticas, sino también para cuestiones médicas, por ejemplo dentro de la gama de cuidados sanitarias y se les conoce como fajas postoperatorias En el terreno médico las fajas se utilizan después del nacimiento de un bebé, cuando se ha pasado por algún evento quirúrgico en la región abdominal o lumbar. También puede usarse durante la rehabilitación de alguna lesión en la misma zona. En oficios en los que se hace gran esfuerzo físico o en algunos deportes también se hace uso de estas prendas para evitar cualquier tipo

Sea cual sea la razón por la que usted se ve en la necesidad de usar una faja es vigilar que el material con que se hagan, sean de materiales naturales. Las telas orgánicas funcionan mucho mejor con aspectos físicos, como el asunto de la transpiración. Pensemos que el uso de la prenda va por debajo de la ropa que usamos de diario por lo que necesitamos asegurarnos que estos materiales que no sólo tendrán contacto directo con la piel sino que ejercerán cierta fuerza sobre ella, tienen que ser de alta calidad y no provoquen ningún tipo de alergia en nosotros. Lo más recomendable es que si hará uso de las fajas por un tiempo prolongado, contar con un par de ellas pues si el uso es diario se necesitaría cambiar de faja. Al tener contacto con la piel es probable que se ensucien más rápido y es por eso importante cambiarlas constantemente. Estos cambios constantes de prendas se tienen que usar con mucho más razón si se tratan de fajas postoperatorias pues ya no sólo se tiene contacto directo con la piel, sino con la herida que haya resultado del procedimiento quirúrgico.

A continuación le ofrecemos otra serie de recomendaciones que se pueden tomar en cuenta al momento de pasar por una temporada de convalecencia. Aunque hay indicaciones específicas para cada tipo de operación, pero estas sugerencias son generales por lo que pueden ser consideradas en una gran diversidad de intervenciones quirúrgicas.

Como la piel, músculos y todos los tejidos involucrados en una operación quedan sumamente sensibles, lo mejor es no moverse demasiado, además de mantenerlos en reposo sin mucho movimiento. Es por eso que los vendajes, o fajas ayudan a mantener en su sitio a todos estos tejidos, sobre todo, porque casi siempre después de una intervención de este tipo la piel queda demasiado “suelta”. Sin embargo al momento de elegirla hay que tomar en cuenta muy bien que la talla sea la adecuada, pues aunque se necesita de cierta presión si es demasiado ajustada lo único que puede ocasionar es algún tipo de lesión sobre la piel de por sí ya lastimada causando un alto grado de inflamación, mucho más del que se puede llegar a esperar en este tipo de lesiones. Los materiales que se recomiendan para estas fajas es que estén fabricadas en algodón, esto permite que la piel cuente con una mejor respiración, evitando la formación de bacterias que pueden ocasionar infecciones en las heridas quirúrgicas. Recuerde que al menos una vez a la idea tiene que realizar curaciones. Algunos especialistas sugieren que primero se limpie la herida con algodón esterilizado con agua oxigenada. No hay que aplicar demasiado y esperar un par de minutos para que el agua oxigenada penetre en la piel y el sobrante sea vaporizado. Lo importante es mantener esas zonas ajenas de humedad y limpias. Después de la limpieza, hay que cubrir la herida con una pequeña venda que también esté esterilizada. Se sugiere que sólo se dé una vuelta para no ocasionar demasiado bulto ni presión. Posteriormente se puede colocar la faja, verificando siempre que no quede muy apretada.

La alimentación es otra de las áreas en las que se tiene que prestar mucha más atención pues todo lo que consumamos en ese momento tendrá una relación directa con el proceso de convalecencia. Dependiendo del tipo de padecimiento  y de procedimiento quirúrgico al que se halla sometido, el doctor le administrará una serie de medicamentos y dietas específicas. Sin embargo, es importante que evite los picantes, grasas y azúcares en exceso, durante el periodo de recuperación. También es importante mantener un alto consumo de líquidos.

Además de los beneficios médicos que se pueden obtener del uso de estas fajas, también ayudan a moldear la figura, que normalmente puede transformarse después de un procedimiento de este tipo ya sea por cuestiones de salud u estéticas. Tiempo después de que termine su proceso post-operatorio puede continuar con el uso de su faja.


Compartir este post

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on print
Share on email