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Los beneficios al usar las fajas postparto

Casi todas las etapas del embarazo son complicadas y cada una de ellas tiene momentos sumamente sensibles, en los que no sólo el cuerpo de las embarazadas sino también sus estados sentimentales.

Es probable que por eso para los familiares que la acompañen sea un momento sumamente tortuoso, pero es justo durante todas etapas en las que se tiene que tener mucha mayor comprensión y paciencia con las mujeres que se encuentran en ese estado.

Una de las etapas más frágiles por las que puede pasar una mujer es la post-parto. Se pensaría que después de que el bebé nace se acaban todos los problemas o los contratiempos por los que puede pasar una mujer. Sin embargo, no todo se acaba, sobre todo, dentro del terreno emocional. La paciente generalmente entra en un estado de alta vulnerabilidad y de shock emocional. No importa que tan placentera sea la idea de la maternidad, incluso las madres con más vocación pueden caer en ese estado emocional de no saber muy bien cómo seguirá su vida. Durante los meses de gestación, la maternidad sigue siendo una idea muy abstracta, en la que aún los padres no totalmente conscientes ni siquiera sensorialmente. Cuando el bebé aparece, toda la vida de los esposos y de los más cercanos a ellas cambiará radicalmente. El físico de la mujer cambia, y muchas veces se siente abrumada de todas las huellas que el embarazado deja en su cuerpo. Muchas de estas inquietudes pueden desencadenar en un padecimiento mental conocido como depresión post-parto. Es importante que en cuanto las mujeres comiencen a mostrar síntomas de esta enfermedad sea atendida de inmediato pues puede tener consecuencias graves no sólo en el ánimo y organismo de la madre sino también del bebé. En este artículo haremos un repaso de las problemáticas que se pueden presentar justo después de nacido el bebé tanto a nivel orgánico y emocional y porqué algunas veces las fajas postparto puede ser un elemento catalizador en esos momentos, otorgando beneficios múltiples a una mujer en convalecencia.

Algunas de las recomendaciones generales que pueden servir para evitar la aparición de la depresión es que la paciente encuentre un momento para sí misma. Es probable que sienta que lo menos que se deba hacer es separarse del bebé recién nacido, pero si la sensación de confusión es demasiada, lo mejor es que ayudada de alguna de sus familiares pueda encontrar un momento a solas en la que pueda descansar y relajarse. También es importante relaciones con otras mujeres que puedan estar pasando por lo mismo. Los grupos de apoyo pueden ser otra manera de lidiar con las grandes confusiones que se pueden presentar en ese momento. Si su embarazo fue natural y su recuperación es rápida trate de reincorporarse más pronto —aunque de manera gradual— a todas las actividades diarias a las que esté acostumbrada realizar.

Es probable que durante las primeras horas posteriores al nacimiento sientan algunos cólicos muy parecidos a los originados por la menstruación. También es probable que se presente una inflamación leve en la zona abdominal y un sangrado que ira variando de un rojo intenso a un tono salmón. Lo importante es vigilar que el olor no sea muy fuerte o profundo, si este se presente hay que acudir directamente con el médico, para prevenir un caso de infección. Hay que disminuir la actividad diaria, procurando tomar una o dos siestas durante el día. Si la mujer embarazada estaba acostumbrada la actividad física puede incorporarse a sus rutinas de ejercicio durante las siguientes dos semanas. Los primeros días habrá que disminuirlos casi al máximo, para evitar peligros de lesión en la zona abdominal.

Algunos de los síntomas persistentes a los que hay que prestar atención, si se padecen uno o más de ellos durante un tiempo prolongado es necesario solicitar asistencia profesional para evitar cualquier tipo de trastorno físico más grave:

  • Aumento de temperatura repentino.
  • Sangrados mayores. Hay que tener mucho cuidado con estos, pues, generalmente se presentan sangrados debido a la expulsión del material vaginal que se alojo durante el embarazo. Si el flujo sanguíneo aumenta de volumen si es preciso acudir, para evitar hemorragias graves.
  • Dolores intensos de cintura y ardor al momento de orinar.
  • Secreciones que tengan mal olor.
  • Es normal tener algo de constipación después del nacimiento de un bebé, pero si este continúa de manera muy prolongada ya no es tan natural. Para evitar problemas intestinales que puedan complicar la recuperación de la paciente.

Otro tema que es importante tocar, se refiere al aspecto físico de la reciente madre. La demanda de la apariencia física de las mujeres en la actualidad, exige que estas tengan que mantener una figura delineada. Estas exigencias sociales pueden ser sumamente peligrosas, llegando a detonar el síndrome post-parto del que habíamos hablado en partes mucho más arriba. Las fajas postparto pueden ser una buena alternativa para apaciguar esta necesidad de continuar esbelta. Desde luego, que el uso de la misma también está orientado a necesidades médicas. El mantener fijos los músculos para evitar algún tipo de desgarre son necesarias y las fajas son muy útiles para evitar este tipo de lesiones. Sin embargo, también ayudan a moldear el cuerpo desde una etapa muy temprana. Aunque lo más recomendable es mantener la zona libre de humedad, la sudoración normal que todos los cuerpos tienen ayuda a la reducción de los tejidos grasos y toxinas que se encuentran en la zona abdominal.


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