En muchas ocasiones queremos hacer nuevas cosas, proyectos nuevos, emprendimientos para vender fajas, pero el miedo se presenta e incluso nos llega a detener. Sin embargo, para algunas personas esto no es un factor que les impida avanzar. Por eso, preguntarnos si el miedo es bueno o malo, o quizá, considerar cuál sea su verdadera función en nuestras vidas es algo que debemos hacer, pues nos ayudará a gestionarlo mejor.
Pero con miedo o no puede acercarse a Fajas Galess ayudamos a mejorar la imagen corporal y calidad de vida de hombres y mujeres con la gran variedad de productos que manejamos. Somos especialistas en la distribución de productos de Nutrición y Línea Remodeladora y nos encuentra en diferentes sucursales en todo México.
¿Qué es el miedo?
¿Qué es lo que podemos entender por miedo?, se trata de una sensación que genera angustia y se presenta por un peligro que puede ser real o imaginario. El miedo, es básicamente una emoción que nos ha acompañado a toda la humanidad desde tiempos ancestrales. Ya en las épocas más primitivas, cuando los hombres aún vivían en las cavernas y toda la infraestructura que conocemos ahora no existía, el miedo formaba parte de la vida de esas personas y los ayudaba a sobrevivir.
Es verdad, los miedos a los que se enfrentaban los primeros pobladores del mundo no son los mismos que nos aquejan ahora. Lo que no ha cambiado es que esta emoción tiene un funcionamiento específico, y a lo largo de nuestra historia nos ha ayudado a sobrevivir.
Cuando nos encontramos en una situación de peligro, es cuando el miedo es útil, pues nos pone en alerta y reaccionamos. La amígdala, que se encuentra en el cerebro, es la que se encarga de regular esta emoción.
¿El miedo es bueno o malo?
Por desgracia o fortuna, el miedo es algo que nos acompañará por el resto de nuestras vidas, y como ya hemos visto tiene una función, y es ayudarnos a sobrevivir. Sin embargo, existen dos tipos de miedo: el racional e irracional, debemos conocerlos y saber cuál de los dos nos conviene más.
Miedo racional
Este miedo es el que nos da las herramientas para sobrevivir cuando nos encontramos en una situación de peligro. Por ejemplo, en algún accidente, ante un animal salvaje y en general frente a un escenario en donde nuestra vida corra peligro. Por lo tanto, podemos ver que en estos casos el miedo es algo bueno, nos sirve para salir adelante.
Miedo irracional
Este miedo, aunque se de en una situación que consideramos de peligro, no nos ayuda a sobrevivir. Ya que cuando es irracional nos montamos unas historias tremendas en la cabeza, y de algo pequeño hacemos algo gigante. Además, se trata de situaciones en las que nuestra vida no está en peligro. Este miedo irracional nos paraliza a tal grado que decidimos no movernos, es ahí cuando consideramos a esa emoción como algo negativo.
Por ejemplo, si tiene que hablar en público es normal que tenga temor, sin embargo, cuando esta emoción se hace más grande, y comienza a pensar en todo lo malo que puede pasar, como que le falle la voz, se le olvide el discurso, entre muchas cosas más, puede llegar el momento en que decida no hacer esa actividad.
Esto también puede pasar cuando piensa emprender un negocio de fajas reductoras, tiene el impulso, pero los miedos le impiden dar el paso decisivo, ese que le ayudará a ser dueño de su empresa o tener ese dinero extra que necesita.
Por lo tanto, nosotros debemos cuidar que un miedo racional no se convierta en algo irracional. Al final somos humanos y nos equivocamos, por eso es importante saber que el miedo irracional en mayor parte proviene de un factor social, ya que nos interesa mucho cómo nos ven los demás. Pero debemos aprender a que todos nos equivocamos y no pasa nada, a las personas se les olvidará si no pudo hablar bien en público o cualquier otra cosa que no pudo hacer.
Se dice que las personas que tienen miedo no logran nada, que aquellos que son temerosos no avanzarán. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa el miedo sí es bueno, pues cuando lo sabemos manejar se convierte en una gran herramienta para impulsarnos y movernos y conseguir aquello que queremos, ya sea la venta de fajas colombianas o cualquier otro emprendimiento que nos interesa. Además, no olvidemos que el miedo es algo que todos tenemos y con lo que todos vivimos.
Por lo tanto, lo rescatable de los seres humanos es que aun con miedo tenemos la capacidad de poder seguir adelante, lograr nuestras metas y avanzar hacia donde queremos. La idea entonces de no tener miedo para luego hacer determinada actividad simplemente es una utopía, ya que siempre tendremos esta emoción. El truco es intentarlo a pesar de eso, pues es solo con la acción cuando esa emoción se va.
Cuando entendemos que el miedo es algo que siempre nos acompañará y que podemos convertir los miedos irracionales en racionales, que podemos incluso llegar a ser amigos de él, nuestro panorama cambia, salimos de nuestra zona de confort y la visión que tenemos en más amplia, vemos posibilidades que antes no veíamos.
Cuando el miedo es irracional, el cuerpo sufrirá las consecuencias, en muchas ocasiones nuestro organismo responde ya que está literalmente lleno de miedo, y es cuando sentimos ganas de vomitar, náuseas, mareos, dolor de cabeza. También podemos sentir angustia, ansiedad y mucho estrés.
Por eso es importante aventurarnos a aquello que nos da miedo, así es como iremos bajando el nivel de esa emoción y sobre todo evitar que se convierte en irracional. Esto no quiere decir que nos tengamos que lanzar sin precaución a lo que queremos, por ejemplo, si deseamos aprender a manejar, pero nos paralizamos, habrá que ir con profesionales que nos enseñen y que nos den técnicas para poder lograrlo.
¿Cómo manejar el miedo?
Por lo general lo que solemos hacer es ignorar el miedo, es decir, aunque hagamos eso que nos da miedo, lo que sucede es que actuamos como si esa emoción no estuviera. Pero esto nos trae un desgaste, además, no nos enseña a manejarlo o entenderlo. No pasa nada si somos vulnerables y aceptamos que tenemos miedo.
Otra cosa que hacemos es pelearnos con el miedo, lo que sucede aquí es que invertimos mucha energía en esa pelea, además no escuchamos a los demás, a aquellos que nos dicen cómo podemos hacerlo, que nos dan guías y técnicas para poder lograrlo. En cambio, al estar ocupados en nuestra pelea terminamos agotados y no llegamos a donde queríamos, pensando incluso que eso que intentamos no es para nosotros.
En cambio, cuando lo aceptamos, cuando no nos peleamos con él, sabemos que siempre estará ahí, pero ya no nos paraliza, pues sabemos que tenemos herramientas que nos ayudarán, y eso nos puede hacer llegar a nuestra meta. Aceptar que siempre nos acompañará, darle la bienvenida y caminar juntos.
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